viernes, 18 de febrero de 2011

Aptitud - Actitud


Actitud, la palabra actitud proviene del latín actitūdo y ha recibido un sin fin de definiciones:

- Postura del cuerpo humano, especialmente cuando es determinada por los movimientos del ánimo
- Disposición de ánimo manifestada de algún modo
- Es la motivación que precede a nuestra conducta
- Es la predisposición estable o forma habitual de pensar, sentir y actuar en consonancia con nuestros valores
- Reacción afectiva positiva o negativa hacia un objeto o proposición abstracto o concreto denotado
- Gordon Allport definió la actitud como un estado de disposición nerviosa y mental, organizado mediante la experiencia, que ejerce un influjo dinámico u orientador sobre las respuestas que un individuo da a todos los objetos y situaciones con los que guarda relación etc., etc., etc.

En vista de tantas definiciones quisiera agregarle la mía: Es el carburante de la vida, es el catalizador de nuestros actos. Como verán todas estas definiciones tienen un factor común “disposición de querer hacer”, lógicamente en la actitud influye un número considerable de variables como: las motivaciones, la experiencia, la voluntad, la inteligencia, las emociones, el medio ambiente, lo cultural.

De acuerdo con Rodríguez, A. (1991). Psicología Social. México: Trillas. ISBN, todas estas variables se agrupan en tres grandes componentes:

Componente cognoscitivo: para que exista una actitud, es necesario que exista también una representación cognoscitiva del objeto. Está formada por las percepciones y creencias hacia un objeto, así como por la información que tenemos sobre un objeto.. Los objetos no conocidos o sobre los que no se posee información no pueden generar actitudes.

Componente afectivo: es el sentimiento en favor o en contra de un objeto social. Es el componente más característico de las actitudes. Aquí radica la diferencia principal con las creencias y las opiniones - que se caracterizan por su componente cognoscitivo.

Componente conductual: es la tendencia a reaccionar hacia los objetos de una determinada manera. Es el componente activo de la actitud.

En vista de que todo esto suena como muy teórico y con la idea de relacionar la actitud con nuestro mundo de supervisión y gerencia, detengámonos un instante y formulémonos un par de preguntas: ¿Qué transmite un supervisor cuando saluda y estrecha la mano?, ¿Cómo ayudan la actitud y la motivación de los empleados en la elaboración de un producto y por ende, en la satisfacción del cliente?

Indiscutiblemente es la actitud positiva la que canaliza y garantiza el logro de los objetivos, como si fuera poco, nada más y nada menos que los objetivos, pieza fundamental en la cristalización de la Planificación Estratégica. De esta forma el término actitud amerita respeto por parte del nivel supervisorio, tanto es así que me atrevo a afirmar que: al ver tu actitud y sumarla con la actitud de tus compañeros, puedo saber como está tu empresa y de seguir así, sin mucho esfuerzo, puedo predecir el futuro.

Toda actitud está conformada por tres componentes:

Creencia - Afectivo: Está conformado por lo que sentimos, a favor o en contra, de nuestro entorno, de las personas que nos rodea, de los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor, convirtiéndose en la materia prima de este componente.

Evaluación - Cognitivo: Conformado por las opiniones, ideas, creencias, etc. que cada uno tenemos sobre las mismas variables del componente anterior (entorno, personas, acontecimientos). Con este componente organizamos las experiencias que nos permite reconocer o interpretar la realidad presente.

Comportamiento: Esta conformado por el conjunto de nuestras actuaciones, es nuestra reacción ante los hechos, es nuestra carta de presentación. Casi siempre cometemos el error de creer que es lo “único” que hay en una actitud, olvidando los otros dos componentes.

Con el mismo grado de importancia y con una interrelación única, estos tres componentes (inseparables), día tras día, se van actualizando y ajustando a los acontecimientos. El lograr y sobre todo, mantener un clima organizacional con actitud positiva, no es una tarea fácil, es realmente compleja y representa el GRAN RETO del nivel supervisorio , precisamente por este pequeño detalle, junto con otros, la empresa requiere líderes y no supervisores, no personas detrás de un escritorio con un letrero que dice “Supervisor o Gerente”.

Aptitud, la palabra aptitud proviene del latín aptitūdo y al igual que la actitud, también ha recibido un sin fin de definiciones:

- Capacidad para operar competentemente en una determinada actividad.
- Capacidad y disposición para el buen desempeño o ejercicio de un negocio, de una industria, de un arte, etc.
- Suficiencia o idoneidad para obtener y ejercer un empleo o cargo.
- Estar lo suficientemente preparado para enfrentar algo adecuadamente y con posibilidades ciertas de éxito.
- Es tener el gusto, la habilidad y la inteligencia para poder realizar una actividad adecuadamente.
- Es lo que se puede hacer etc., etc., etc..

Tal como con la actitud, a continuación mi definición de aptitud: Es el chaleco, la espada y el escudo con que cuenta la empresa. Es la suma de todos los entrenamientos recibidos y define la calidad y el nivel profesional de toda empresa.

Seria interesante y de hecho los invito a reflexionar sobre la relación Aptitud – Evolución y cuando estemos listos, entremos en otra reflexión, pero en esta oportunidad, partiremos de la siguiente interrogante ¿Qué relación tiene la aptitud de la empresa con la calidad del producto o servicio entregado al Cliente?

Muchos se preguntaran ¿Aptitud de la Empresa?, definitivamente SI, la sumatoria de aptitudes de los diferentes integrantes de una empresa, conforman, le dan vida, textura y color a la aptitud de dicha empresa.

Esto suena a algo llamado entrenamiento, punto clave en el quehacer diario de toda empresa seria, dime la cantidad y calidad del entrenamiento de los empleados y te diré el nivel profesional de tu empresa.

Son muchas las variables que definen el Porqué la diferencia entre dos empresas del mismo ramo, indiscutiblemente una de las principales es la aptitud de ésta. ¿Tienes idea de la cantidad millonaria de presupuesto anual invertido en Publicidad, en contradicción con la minusválida motivación al personal y por otro lado, tratando de optimizar gastos ahorrando papel?

Si tomáramos, tan solo, el 30% de lo invertido en publicidad y lo sumáramos a lo previsto en entrenamiento, veríamos con orgullo un incremento exponencial no solo en la aptitud y la actitud, sino también en el sentido de pertenencia y de esta forma, tendríamos garantizadas tres de las principales variables de una ecuación llamada Excelencia, de hecho estaríamos ante la presencia de:

Aptitud + Actitud + Pertenencia = Éxito

Todo empleado tiene una familia, tiene vecinos, tiene conocidos y amigos, este empleado con sentido de pertenencia, con una buena actitud acompañada de una buena aptitud será el vendedor ideal de una serie de productos y/o servicios de alta calidad, o ¿acaso usted lo duda?

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