Dolor de cabeza, muscular, ansiedad, irritabilidad, insomnio, trastornos alimenticios, poca memoria, cansancio, bruxismo (Rechinar de los dientes dormido)...
Si sufres algunos de estos síntomas por tiempos prolongados, lo primero es ir al médico, puede ser estrés u otra patología, en mi caso lo achacaba a estar expuesto a presiones del trabajo y a las largas jornadas laborales, pero estos síntomas se mezclaban con otros y en una conversación con la madre de un compañero de trabajo me recomendó que visitase al médico porque lo que le describía lo había padecido ella. Fui al médico y descubrieron que tenía Hipotiroidismo sub clínico y tras recibir la medicación correcta todo mi sufrimiento se desvaneció y volví a ser el mismo de antes entendiendo que el estrés no es malo pero hay que mantenerlo a raya.
Cuando te gusta lo que haces, el estrés positivo te estimula pero cuando se presenta demasiado a menudo, durante mucho tiempo y con gran intensidad puede perjudicar la salud, cada día este silencioso mal del siglo XXI se va cobrando más y más víctimas incomprendidas que ven mermadas sus capacidades y sin control puede desencadenar historias nada alentadoras. Para contratacar y mantenerlo a raya sigue estos consejos:
1.- Escucha tu cuerpo
Atento a los síntomas como irritabilidad, tensión, impaciencia, lenguaje negativo... para pararlo lo antes posible. En ocasiones el estrés viene provocado porque estamos cansados, hambrientos o enfermos.
2.- Verbaliza tus sentimientos
Comparte tus preocupaciones, exterioriza tus sentimientos, cuenta con tu pareja, amigos ... Solo el hecho de verbalizar tus pensamientos y emociones te ayudará a reflexionar y a ponerlas en orden.
3.- Disfruta de tu tiempo de ocio
La sociedad actual nos impone un ritmo frenético no sólo en el trabajo, también en nuestro tiempo libre. Tenemos tantas actividades que hacer que al final no las disfrutamos. Dedica tiempo tiendo para ti, para lo que más te guste y aunque hagas menos saborealo de verdad, sin prisas...
4.- Modifica el pensamiento y el lenguaje
Positiviza tus pensamientos, valora las situaciones agradables que vivas cada día ya que, en ocasiones estamos tan estresados que se nos olvida agradecer y disfrutar las cosas buenas que nos proporciona el día a día. Sustituye tu lenguaje "tengo que" por "quiero" o "voy a". Toma el control de tu vida y no permitas que el entorno te controle a tí.
5.- Planifica tu tiempo y prioriza tus actividades y recuerda dejar espacios para los imprevistos y cuidado con los vampiros del tiempo
6.- Respiración, en situaciones complicadas inspira y espira 1, 2, 10 y las veces que haga falta, lenta y profundamente, relaja la mandíbula y los hombros y luego actúa
7.- Cuidate, duerme las horas necesarias, no trabajes en exceso, enfócate en la calidad y no en la cantidad, haz ejercicio regularmente y vigila tu alimentación
Y recuerda que existen problemas imaginarios y problemas reales, resuelve los problemas reales pero de 1 en 1. De esos problemas reales separa los problemas causa y los problemas origen, estadísticamente un problema origen resuelve entre 2 y 4 problemas causa...
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