"Yo soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma", W.E.Henley
El cambio, como la motivación se inician desde dentro de ti. busca tu mayor miedo y encontraras la motivación, la chispa que encenderá la búsqueda en ti mismo, de la energía positiva para cambiar, no veas afuera. Visualiza tus metas y a través de tus objetivos da los pasos necesarios que te indica esa voz interior. la conciencia
¿Que ha pasado? ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
Las dos revoluciones
Conceptual (El origen de las especies por selección natural en 1859)
Corrobora la lentitud, la morosidad casi genética y el cambio cultural.
Cuando encontramos un fósil casi siempre se repite el mismo proceso: identificamos primero un cambio biológico en el esqueleto. Al poco tiempo descubrimos un impacto técnico ( una mejora de las herramientas); pero el cambio cultural resultante en nuevos esquemas organizativos o representaciones del mundo exterior puede tardar miles de años.
De carácter fisiológico. La triplicación de la esperanza de vida en los países desarrollados en menos de doscientos años.
A los treinta años disponemos ahora de otros cincuenta inéditos.
Esta etapa de mantenimiento genera factores que contribuyen a la felicidad relegada hasta ahora a la otra vida. Así como la mejora de la calidad de vida, la salud y el control biológico.
¿De quien depende? de nosotros mismo es por esto que quisiera compartir este post "Se fan de ti"
7FarOs, Juan Carlos Santos Cougil
"Se fan de tí"
Aunque es evidente, y comparto la creencia de D. Hilarión, cantada en la conocida zarzuela La Verbena de la Paloma, que “hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”, en otros importantes asuntos seguimos adoleciendo de un negativo y perjudicial retraso, por no decir, estancamiento, como en lo referente a la estima, consideración, valoración y respeto que cada uno se tiene a sí mismo.
Por: Ana Novo
Desde la noche de los tiempos nos es más fácil buscar, fijarnos, reconocer y enaltecer los dones, cualidades, habilidades, valores, o la falta de ellos, de otras personas, hasta límites que, a veces, rayan en lo irracional, el despropósito y la locura. Eso de “la hierba es más verde en el césped del vecino” sigue estando de plena actualidad y con la cultura de masas y el poderoso marketing, fortalecidos en esta era tecnológica y virtual, se sigue fomentando “mirar hacia fuera” en busca de mitos, celebrities, gurús y superestrellas con las que soñar e idealizar al considerarlos superhumanos o dioses, de carne y huesos, a los que adorar. En esto no hemos avanzado mucho desde el “becerro de oro”.
Ante esta realidad mi propuesta es que seas Fan de ti. ¡Que ya es hora! Por si no lo sabes eres único, valioso, importante y fantástico, seas hombre o mujer, joven o viejo, con cultura o sin ella, trabajes o estés eventualmente desempleado, viviendo en una superpotencia o en el tercer mundo. Se fan de ti, ¡porque realmente te lo mereces!
Nuestra errónea educación de mirar siempre hacia fuera, nos hace considerar que conocemos muy bien a nuestra pareja, a nuestros hijos, a nuestros padres o a nuestro vecino, tanto como para decirles que tienen que hacer o como tienen que vivir, que está bien o está mal… sin embargo somos unos completos desconocidos para nosotros mismos. Nos ocupamos de lo que no nos incumbe, de lo que no podemos decidir, de lo que no está en nuestras manos arreglar, criticamos y juzgamos a todo lo que se nos ponga por delante, y vemos la paja en el ojo ajeno mientras “tenemos la casa sin barrer” y abandonada. Decimos amar a otros, entregarnos a destajo para cuidarlos, proveerlos y protegerlos, pero nos sentimos muy faltos de amor. Y por mucho mito, celebrity y superestrella que admiremos, vitoreemos y sigamos, sentimos un “no se qué” como de vacío o falta. Exactamente, nos falta el conocernos, saber quienes somos realmente y no quién o qué creemos ser por lo que otros nos han dicho desde niños. Necesitamos atendernos, cuidarnos y hasta mimarnos nosotros mismos y dejar de exigirlo y asfixiar a quién está a nuestro lado o lanzarnos a la “caza y captura” de nuestra alma gemela. Nos conviene escucharnos más y quejarnos menos. En definitiva, se trata de cultivar y hacer crecer esa sana auto-estima, sin la cuál, por mucho que lo deseemos y busquemos, nadie ni nada nos podrá llenar ni compensar y, estamos muy equivocados, si creemos que podemos hacerlo con otros, ya que es imposible dar lo que uno no tiene.
Y como tampoco es posible apreciar y querer lo que no se conoce, es por donde debemos empezar: conocernos a nosotros mismos: observarnos y atendernos para saber nuestras cualidades, talentos, habilidades, debilidades, hábitos, gustos, preferencias, valores e intereses. Y rebuscar nuestras creencias al respecto, en su mayoría negativas y limitantes y que son la base de nuestras experiencias de vida. Como bien dijo el genial William Shakespeare: “De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo”. Así se gestan nuestra confianza, seguridad y autocontrol. Conociéndonos bien y aceptándonos como somos vamos recreándonos a cada momento, con la libertad y el poder que para ello tenemos.
Somos personas perfectas en nuestra imperfección, únicas y singulares y con un potencial ilimitado. Siempre podemos aprender y mejorar y somos libres de elegir optar a nuestro favor y para nuestro bienestar. Siempre podemos cambiar, empezando por las creencias que ya no nos sirven. Cada uno es el único responsable de su persona y su vida, que, por otra parte, es lo único que en verdad poseemos. Somos personas maravillosas, con todos los recursos para vivir plenamente y feliz. Ahora lo sabemos.
Este es tu momento: se ¡fan de ti!
Navegante: Ana Novo
Faro invitado : www.creoycreo.com
Autora del libro “Elige tu vida, ¡ahora!”
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