viernes, 2 de septiembre de 2011

El éxito llega a quien se conoce a sí mismo

El éxito llega a quienes se conocen a sí mismo, a quienes conocen sus fortalezas, sus valores, cómo desempeñarse mejor, cómo aprendemos, cómo se trabaja con otros y donde se puede hacer la mayor contribución...
-¿Cómo es mi desempeño?
Una persona sólo puede desempeñarse a partir de sus fortalezas, la mayoría de las personas creemos saber para qué somos buenos, y por lo general nos equivocamos, con mayor frecuencia sabemos para qué no somos buenos y aun así nos equivocamos.  Entonces no podemos basar nuestro desempeño en nuestras debilidades y menos en algo que no sabemos hacer en absoluto. Es por esto que debemos descubrir nuestras fortalezas porque sólo cuando se opera a partir d fortalezas se puede alcanzar la verdadera excelencia
-¿Cuáles son mis fortalezas?
Las fortalezas se saben mediante el análisis de feedback.
Una evaluación de feedback 360º recoge las valoraciones de las personas que componen el entorno profesional del directivo: responsables, colegas y subordinados. Para que este procedimiento resulte útil:
-       Debe existir un número mínimo de evaluadores para que no puedan identificarse las valoraciones personales y, por otra, los sesgos procedentes de las valoraciones subjetivas individuales se complementen.
-       Debe asegurarse la confidencialidad del proceso, de forma que el evaluado sea el que tenga acceso a los resultados.
-       El proceso de feedback 360º ha de completarse con el diseño de planes de mejora personales.

-¿Soy un lector o un auditor?
A algunos les gusta obtener información en forma de informes que puedan leer y estudiar. Otros, sin embargo, trabajan mejor con información e informes presentados en persona, de modo que puedan hacer preguntas.
Pocos auditores pueden ser convertidos en lectores competentes, y viceversa.
-¿Cómo aprendo?
Según Peter Drucker, existen por lo menos media docena de formas de aprender. Se puede aprender:
- escuchando,
- leyendo,
- escribiendo,
- tomando notas,
- haciendo y
- escuchándose a si mismo hablar.
De todos los elementos importantes del autoconocimiento, comprender cómo se aprende es el más fácil de adquirir. ¿Cómo se aprende? La mayoría conoce la respuesta. Pero cuando se pregunta: ¿Actúa a partir de ese conocimiento? Pocos contestas que sí. Y, sin embargo, actuar a partir de ese conocimiento es la clave del desempeño.
-¿trabajo mejor con gente o en solitario?
-¿obtengo resultados tomando decisiones o como asesor?
El máximo puesto requiere un tomador de decisiones. Los buenos tomadores de decisiones suelen poner a alguien en quien confían en el puesto  número dos como asesor; y en esa posición la persona es sobresaliente. Pero en el puesto número uno, esa misma persona fracasa. Aunque sabe cuál debería ser la decisión, no es capaz de aceptar la responsabilidad de tomarla.
-¿Me desempeño bien bajo presión o necesito un entorno más predecible?
-¿Trabajo mejor en una organización grande o pequeña?
-¿Cuáles son mis valores?
Muchas veces se confunden los valores en general con los valores éticos, los cuales no son, más ni menos, que medios adecuados para conseguir nuestras finalidades. Al hablar de valores es de gran importancia diferenciar entre los valores que podemos denominar finales y los valores de tipo instrumental.
Los valores finales son los objetivos existenciales.  Pueden ser: valores personales (vivir, felicidad, familia, éxito, amistad, valía, etc) y valores ético-sociales (paz, supervivencia, justicia, etc.)
Los valores instrumentales son medios operativos para alcanzar los valores finales. Pueden ser valores ético- morales (honestidad, sinceridad, responsabilidad, lealtad, etc.) y valores de competencia (cultura, imaginación, iniciativa, simpatía, equipo, etc.)
El que una empresa deba ser conducida en función de los resultados a corto plazo o a largo plazo es una cuestión de valores.
Las organizaciones, como las personas, tienen valores. Para ser eficaces en una organización, los valores de una persona deben de ser compatibles con los valores de la organización. No es necesario que sean los mismos, pero deben parecerse lo suficiente para coexistir. De lo contrario, la persona no sólo se frustrará, sino que tampoco producirá resultados.
Las fortalezas de una persona y la manera en que esa persona se desempeña rara vez entran en conflicto. Pero a veces hay conflicto entre los valores de una persona y sus fortalezas. Lo que uno hace bien podría no alcanzar con el propio sistema de valores.
-¿Cuál es mi lugar?
La mayoría de las personas no saben cual es su lugar hasta bien entradas en la veintena.
La persona que ha aprendido que no se desempeña bien en una gran organización debería haber aprendido a decir que no a un cargo en uno de ellas.
Las carreras exitosas no son planeadas. Se desarrollan cuando las personas están preparadas para las oportunidades, porque conocen sus fortalezas, su método de trabajo y sus valores. Saber cuál es su lugar puede transformar a una persona común- trabajadora y competente pero, en otros aspectos, mediocre- en alguien de desempeño excepcional.
¿Cómo debería contribuir?
Se deben abordar tres elementos distintivos ¿qué requiere la situación? Dadas mis fortalezas, mi forma de desempeñarme y mis valores, ¿cómo puedo hacer la mayor contribución a lo que debe hacerse?  Y por último, ¿qué resultados deben alcanzarse para hacer una diferencia?
¿Hay que responsabilizarse de las relaciones?
La mayoría de las personas trabajan con otros y son eficaces con otros. Gestionarse a sí mismo requiere responsabilizarse de las relaciones. Esto tiene dos partes. La primera, es aceptar el hecho de que las otras personas son tan individuos como usted. Por tanto para ser eficaz, debe conocer las fortalezas, los modos de desempeño y los valores de sus compañeros de trabajo. La segunda, es responsabilizarse de la comunicación.
La segunda mitad de su vida
Uno de los requisitos para gestionar la segunda mitad de su vida es: usted debe comenzar mucho antes de llegar a ella.
Existen tres formas de desarrollar una segunda carrera:
  1. Empezar una. Cambiarse de un tipo de organización a otra
  2. Desarrollar una carrera paralela. Personas que tienen mucho éxito en su trabajo permanecen en él pero se buscan una actividad paralela.
Nos encontramos con los emprendedores sociales. Son personas que han sido exitosas en sus primeras carreras. Aman su trabajo, pero ya no los desafía. En muchos casos siguen haciendo lo mismo pero le dedican menos tiempo.



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