domingo, 27 de marzo de 2011

La ley de la atracción, transformando la energía


Sin acción no hay atracción, todas las personas transformamos energía (positiva o negativa), pensamientos, sentimientos y emociones que proyectados en el tiempo determinan nuestro estado de ánimo. Miedo, Rabia, Orgullo y tristeza.

"Donde la felicidad es la ausencia del miedo", Eduard Puncet

Realmente lo que tenemos es una capacidad infinita para ser infelices. La gente tiene que aprender a centrar su atención en una sola cosa, aquella que más le interese EP.

En un mundo aparentemente polarizado donde todo esta basado en la infelicidad: Oriente - Occidente; Bueno - Malo; Blanco - Negro, etc..- se puede pensar, sentir y emocionarse positivamente y mantener en el tiempo un estado de animo que nos permita afrontar nuestros miedos, dominarlos y tener la oportunidad de hacer coincidir nuestras acciones con nuestro éxito.

La ley de atracción

La ley de la atracción es la idea o supuesto de que los pensamientos (conscientes o inconscientes) influyen sobre las vidas de las personas, argumentando que son unidades energéticas que devolverán a la persona una onda similar.

La frase "ley de la atracción" ha sido utilizada por algunos escritores esotéricos, aunque el sentido con el que se usa actualmente es diferente del original. La mayoría de los autores asocian a la ley de la atracción con la frase "te conviertes en lo que piensas",[cita requerida] usualmente aplicado al estado mental del ser humano: Esto significa que los pensamientos que una persona posee (sean estos conscientes o inconscientes), las emociones, las creencias y las acciones atraen consecuencias que corresponden a experiencias positivas o negativas. A este proceso se lo describe como "vibraciones armoniosas de la ley de la atracción" , o "tú obtienes las cosas que piensas; Tus pensamientos determinan tu experiencia".

Historia

Esta frase esta relacionada con las creencias y prácticas de la nueva era, de la cual surge su definición más usual,[cita requerida] pero también tiene un desarrollo en otros campos esotéricos como lo son el hermetismo y la teosofía. Recientemente, esta versión de la Nueva Era fue popularizada por el filme "El Secreto" en 2006.

Algunos autores identifican antecedentes históricos de la "ley de atracción" en el hinduismo y a través del hinduismo en la teosofía,  pero también se han encontrado referencias en el judaísmo y en el zohar (la cábala). La existencia de estos antecedentes, no implica que todos ellos estén históricamente conectados, ya que la ley de atracción podría surgir como resultado de prejuicios cognitivos comunes a todos los seres humanos.

Las elaboraciones modernas de dicha idea deben su existencia, en parte, a James Allen (1864 - 1912) que en 1902 publicó As a man thinketh (‘piensa como hombre’).

Posteriormente Wallace Delois Wattles (1860 – 1911) publicó La ciencia de hacerse rico (1910) y por Charles F. Haanel publicó The Master Key System (‘el sistema de la llave maestra') (1912). Durante el siglo XX varios autores han hecho referencia a estas obras y las ideas contenidas en ellas, pero fue especialmente con el filme El secreto (2006) cuando la idea alcanzó especial notoriedad pública.

Principios

Los seguidores que aceptan la ley de atracción como una guía, lo hacen desde la fe en que las "leyes" del Universo (aquí el término Universo se utiliza para abarcar a todas las creencias y religiones sin causar algún tipo de malestar en la persona que aprende estas leyes) son benignas. De una forma un tanto confusa algunos seguidores de esta creencia afirman que la ley de atracción es una "ley del Universo", dado que aplica a todos los seres sin excepción, el 100% del tiempo y no es algo que una persona pueda elegir si aplica o no. Comúnmente se utiliza el ejemplo de su similitud con la gravedad en este aspecto, dado a que uno no puede decidir "no aplicar" o "no creer" en la gravedad en su vida. Cabe notar que el término "ley" no es el mismo utilizado por la comunidad científica (véase Ley científica).

De acuerdo con los creyentes en la "ley de atracción" ésta no puede ser probada por ningún método científico. Una práctica común utilizada por los que creen en esta teoría es el uso de las afirmaciones. Algunos de los proponentes de una versión moderna de la "ley de la atracción" adjudican sus raíces a la física cuántica. Según ellos, los pensamientos tienen una energía la cual genera energía similar. Para poder controlar dicha energía, sus proponentes afirman, que deben seguirse cuatro pasos:
  • Saber qué es lo que uno quiere y pedirlo al universo (siendo "el universo" cualquier cosa que el individuo acepte como Dios).
  • Enfocar los pensamientos de uno mismo sobre el objeto deseado con sentimientos como entusiasmo o gratitud.
  • Sentir o comportarse como si el objeto deseado ya hubiera sido obtenido.
  • Estar abierto a recibirlo.
El pensar en lo que uno no tiene, según dicen, se manifiesta en perpetualidad de no tener, mientras que si uno se adhiere a estos principios, y uno evita pensamientos "negativos" el Universo hará manifiestos los deseos de la persona.

El teósofo tibetano Djwhal Khul la define como la ley básica de la manifestación y la ley suprema de este sistema solar. Considera que es la ley que equilibra los dos polos, siendo la Ley de la economía la que rige el polo negativo y la Ley de síntesis la del polo positivo. Desde el punto de vista del ser humano, trae la comprensión que da la autoconciencia

Faros invitados: Wikipedia; Eduard Puncet


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