La adicción a la justicia
La adicción a la justicia es una de las causas de depresión, aunque el término justicia es un concepto positivo y una aspiración de todo ser humano.
¿Que entendemos por justicia?
Para la mayoría de las personas, es una suma de derechos y obligaciones tanto individuales como colectivos. No hay duda de que la justicia es uno de los recursos más valiosos con los que cuenta la sociedad para mantener la estabilidad y paz social.
El problema es cuando personalizamos este concepto abstracto. A partir de ese momento, empezamos a creer que tenemos derecho a determinadas cosas (Amor, dinero, felicidad, salud) que los demás deben procurarnos. En esta creencia hay una confusión grave de los términos derecho y deseo.
Dicho de una manera simple, las personas tenemos derecho a nivel público y deseos a nivel personal. Tenemos derecho a la educación a la libre expresión a la sanidad, pero no al amor, a gozar de una buena salud o al dinero. Ser correspondido en el amor, gozar de una buena salud y disponer de estabilidad económica son deseos individuales pero en ningún caso debemos confundirlos con derechos adquiridos.
Cuando las expectativas de las personas adictas a la justicia no se ven cumplidas, reaccionan o bien entrando en un estado de ira o bien de depresión. Como esto les ocurre muy amenudo, sus vidas pueden acabar convirtiéndose en una experiencia frustrante ya que casi nunca obtiene aquello a lo que creen tener derecho.
La característica más notable de estas personas es su afición a quejarse mucho y no hacer nada. Como piensan que lo que les ocurre no es justo, no creen que deban hacer nada para solucionarlo.
"Yo no he hecho nada malo, así que no tengo por qué dar el primer paso"
La creencia de que tienen unos derechos que los demás incumplen, les convierte en personas exigentes y rígidas, a veces, temidas por los demás.
Las personas adictas a la justicia son poco proclives a la negociación. En lugar de negociar unos deseos, exigen unos derechos.
Esta actitud impositiva provoca que sus relaciones sociales sean tensas e insatisfactorias y que su vida personal sea un cúmulo de desengaños.
las caracteríticas de este tipo de personas es:
1.- Comprender que los demás no siempre tienen que hacer las cosas a su gusto
2.- Su baja tolerancia a la frustración o fracaso
3.- Su inclinación a esperar reciprocidad de los demás (Si yo he hecho esto por ti, ahora tu tienes que hacer esto por mí) la entienden también como un derecho.
4.- Eludir la responsabilidad de lo que nos ocurre. El culpable de todo lo malo que pasa siempre es otro.
5.- Obtener compasión de los demás
6.- Vengarse con el pretexto de hacer justicia
7.- Sentirse orgulloso de uno mismo "Yo soy justo, en cambio los demás no."
Existen muchas razones por las que vale la pena dejar de ser adicto a la justicia, de entre las que destacamos las tres siguientes:
- Las personas que en lugar de culpabilizar a los demás de lo malo que les ocurre se responsabilizan ellas mismas de sus propios actos toman las riendas de su propia vida y son más felices.
- Es absurdo esperar la justicia a nivel personal porque no existe.
- Cuando se negocian los deseos se obtienen más satisfacciones que desventajas. en cambio, cuando se exigen derechos sólo se obtienen frustraciones y desengaños
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