Algunas personas parecen ser inmunes al estrés o lo controlan de tal modo que éste apenas tiene repercusiones en su vida cotidiana. Otras son enormemente sensibles a él. Lo cual puede provocarles dolencias y problemas físicos, en ocasiones graves.
Esto ha llevado a psicólogos y especialistas a explorar la posible relación entre la forma en que se concibe un acontecimiento estresante y el tipo de personalidad. Los estudios efectuados al respecto han demostrado que las personas optimistas que ejercen un control consciente sobre sus vidas suelen ser más resistentes al estrés. Aquellas de carácter ansioso y propensas al estrés tienden a interpretar como negativos o amenazantes un mayor número de acontecimientos.
El estrés crónico generalmente afecta a diferentes formas. La persona que lo sufre puede experimentar cambios emocionales:
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Mal humor
- Depresión
y cambios conductuales:
- Agresividad
- Dependencias de sustancias como el alcohol etc.
- Tendencia a trabajar más horas siendo menos productivos
Las alteraciones físicas son también un signo habitual de estrés crónico e incluye la sensación permanente de:
- Fatiga
- jaquecas frecuentes
- Dolencias persistentes (Síndrome de colón irritable, etc.)
El estrés crónico puede incluso ser en parte responsable de problemas que entrañan un riesgo para la vida, como las enfermedades cardiovasculares.
Identificar los cambios emocionales , conductuales y físicos asociados al estrés puede ayudar a prevenir su progresión.
las personas que experimentan estrés tras sobrevivir a un acontecimiento traumático sufren lo que se conoce como trastorno por estrés post traumático. Las reacciones al trauma pueden ser severas y manifestarse en forma de pesadillas, problemas de sueño y depresión.
En algunos casos, si se permite que el estrés se agrave y perdure en el tiempo, esté puede desembocar en agotamiento o colapso, signos inequívocos de que el estrés ha superado los niveles aceptables y precisa ser atajado.
13 vías de escape para aliviar la presión del estrés
- No te preocupes de los problemas, ocupate de los problemas
- Delega
- Evita ser perfeccionista, mejora poco a poco
- Si trabajas 8 horas, tendrás 8 horas de problemas; Si trabajas 16 horas tendrás 16 horas de problemas, dedicar más horas a los problemas es la salida más común y menos inteligente
- Duerme un mínimo de 7 horas, hay momentos puntuales que debes hacer un esfuerzo, pero no los prolongues más de una semana
- haz ejercicio yo recomiendo hacerlo a primera hora de la mañana
- Comparte las situaciones que consideras estresantes, con un amigo, pareja, coach, los superheroes están en los comix
- ten un planificador donde plasmes las actividades, tareas y objetivos. al finalizar tu jornada de trabajo deja todo por escrito y vacia tu mente, visualiza tu día, marca tus prioridades y organiza las mismas
- recuerda que siempre hay imprevistos deja tiempo en tu agenda diaria pero controlalos
- Si tienes jefe, habla con él y planteale lo que te está pasando no permitas que el estrés te desborde
- Si eres el Jefe, a veces hay que transmitir la situación a tu equipo y tomarse unas vacaciones
- Si tienes familia habla con ellos
- Lo más importante si no puedes con la situación busca ayuda profesional
Lee también: Tipos de estrés: Eustrés y Distrés
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