Ninguna batalla exitosa siguió el plan original, pero las victorias dependen de planificarlas meticulosamente. Napoleón Bonaparte
El plan de acción debe:
1.- Definir los resultados deseados
- ¿Qué contribución se espera hacer con el mismo?
- ¿A que resultados me puedo comprometer?
- ¿En que plazo?
2.- Considerar los límites o las restricciones de nuestra acción, en cuanto a la ética, la legalidad, La compatibilidad con la estrategia.
- ¿Es ética la linea de acción que pretendo tomar?
- ¿Es legal?
- ¿Es compatible con mi misión, valores y políticas personales o de la empresa?
Si has contestado positivamente a las tres preguntas anteriores, esto no garantiza que el plan de acción sea eficaz, pero contestarlas negativamente o transgredir estos límites nos conducirán a una acción tanto equivocada como ineficaz.
El plan de acción debe ser una declaración de intenciones, no debe ser un compromiso
No debe convertirse en una camisa de fuerzas
Debe revisarse frecuentemente (A diario) porque:
a) Se pueden presentar nuevas oportunidades
b) Pueden surgir cambios en la empresa, mercado y en las personas
Todo cambio exige que el plan sea revisado
El plan debe ser por escrito y flexible
El plan de acción debe tener un doble sistema de control que garantice el cumplimiento de las expectativas
El plan de acción es la base para la gestión del tiempo.
El tiempo es el bien más escaso y valioso que poseemos, y un plan de acción es inútil si no permite determinar la manera en que se utilizo o se utilizará el tiempo.
Sin un plan de acción, lo más seguro es que nos volveríamos esclavos de los acontecimientos.
Sin un plan de acción se carece de elementos de control para reexaminar el mismo.
y por último no se podría desarrollar la actividad de jerarquización de los sucesos (Cuales son importantes y cuales no)
Fuente: Peter Drucker
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