"No te preocupes por el tiempo, ocúpate del tiempo"
Gestionar eficazmente el tiempo es vital para el ejercicio de la función de un gestor, ejecutivo, directivo o líder, pues a través de la misma podremos facilitar que otras tareas se efectúen con éxito. Así, por ejemplo la tarea de elaborar la estrategia de la empresa tendrá más posibilidades de conseguir los objetivos establecidos si lideramos el tiempo.
Liderar el tiempo es ir más allá de la gestión del tiempo. Gestionar el tiempo es hacer las cosas bien, en cambio liderar el tiempo es hacer lo correcto.
Para hacer lo correcto hay que saber qué es lo correcto en cada momento y tomar decisiones. Este proceso puede verse perjudicado por una inexistente o una ineficaz gestión del tiempo, con todos los riesgos que conlleva para la empresa y para el líder del proyecto el cumplimiento de los objetivos establecidos. En el caso del ejemplo el cumplimiento de un plan estratégico marcado
El tiempo como recurso
Muchos de nosotros nos hemos sentido agobiados por lo que llamamos falta de tiempo. Expresiones como no tengo tiempo o necesito más tiempo son comunes en nuestro vocabulario, no sólo en el ambiente laboral también en nuestra vida diaria.
¿Quien no ha tenido la necesidad de alargar su jornada laboral para finalizar una actividad programada? sin embargo, son principalmente aquéllos que desarrollan funciones de liderazgo y desempeñan tareas que suponen ejercicio de responsabilidad los que perciben de manera más clara el recurso tiempo como un bien escaso.
Si hacemos un mal aprovechamiento del tiempo aparecen los síntomas de estrés, los agobios y la apariencia de contar con menos tiempo. Sin embargo, conviene citar ciertas características del recurso tiempo que nos harán reflexionar y nos llevarán a buscar fórmulas para gestionar de una manera más útil este bien escaso.
- No es almacenable
- Es equitativo, todos absolutamente todos contamos con el mismo tiempo
- Es limitado o limitante
- Es indispensable, insustituible, irreversible, inexorable y no se puede detener
Habitualmente percibimos el tiempo de manera imperfecta. Tenemos un sentido del tiempo subjetivo. Cuando el caudal de actividades para desarrollar es pequeño parece que contamos con mucho tiempo. Sin embargo, cuando las actividades que tenemos que realizar son muchas, parece como si el tiempo fuese elástico y tuviésemos menos.
al hacer esta reflexión, y teniendo en cuenta las características del recurso tiempo, nos vemos en la necesidad de gestionarlo para obtener mejores resultados
Todas y cada una de las actividades que realizamos, tanto en nuestra vida personal como profesional, se presuponen como importantes para nosotros, pero hemos de aprender a discernir entre las más importantes y las menos importantes. también es necesario recordar que existen actividades que consideramos urgentes y que tenemos que realizar de manera inmediata. Muchas veces llegan a ser urgentes por la mala gestión del valor tiempo, por venir rebotadas de nuestros colaboradores, o incluso, a las relaciones que mantenemos con nuestros clientes ya sean externos o internos.
Casi todas nuestras actividades más importantes están relacionadas con las oportunidades, mientras que las actividades urgentes guardan relación con los problemas. Tal es así, que podríamos decir que las actividades urgentes nos impiden llevar a cabo de manera eficaz las que consideramos más importantes
La gestión del tiempo se basa en la planificación y programación de las actividades y no en la gestión del tiempo propiamente dicha.
muy interesante
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