Nuestro carácter es el primer elemento de nuestra imagen. La forma en que nos comportamos, tratamos y nos presentamos a los demás habla de nosotros.
No es la ropa, ni los zapatos, ni andar a la última moda el elemento principal de la imagen, es lo que llevas por dentro lo que te hace diferente.
Puede que esto te sorprenda y te estarás preguntando, ¿Qué relación hay entre la forma de ser de una persona (carácter) y la forma en que se proyecta a los demás (imagen)? Si no todo, tiene que ver mucho.
La forma en que nos comportamos y tratamos a los demás habla de nosotros; la manera en que nos presentamos ante los demás es nuestra tarjeta de presentación que dice "esta soy yo, y así me siento acerca de mí misma". Para ilustrarlo mejor, analicemos diferentes definiciones de lo que es el carácter y su relación con la imagen.
Tener carácter es ser fiel a un conjunto de principios que rigen nuestra vida. Estos principios quedan plasmados en la forma en que nos comportamos, vestimos, maquillamos y peinamos.
Tener carácter es el arte de aprender a controlar nuestros estados emocionales y mantener la estabilidad de temperamento no de acuerdo a las circunstancias, sino a una forma de vida que yo misma cultivo día a día desde mi interior. A su vez, nuestro temperamento se ve manifestado en nuestras actitudes, los gustos que tengamos al vestirnos, peinarnos y maquillarnos.
Tener carácter es ejercitar nuestra propia voluntad. La que nos dice que soy una mujer que puede aprender a ser dueña y señora de sí misma. Por lo tanto, poseo la libertad interior de escoger una forma habitual de comportamiento y no me convierto en esclava de la moda llevando mis años con alegría y dignidad.
Es no dejarse llevar por sentimentalismos, así como estar decidida a ser una mujer fuerte y completa sin dejar por eso de ser femeninas. Por tanto me controlo ante eventos fuertes y tengo la opción de ser versátil y creativas con lo que me pongo.
Es dar a las cosas la importancia que tienen (carácter) No es la ropa la que me hace parecer importante o más bella (imagen) Es sólo el complemento y la extensión de mí misma. La ropa es la que sella con broche de oro mis habilidades en relaciones humanas ya que manifiesta el respeto que siento por los otros.
Constantemente estamos hablando con nuestro rostro. La forma en que miramos a los demás, sonreímos, saludamos, caminamos, respondemos. Todo esto es la manifestación pura de nuestra forma de ser. Por lo mismo y no importando a que te dediques, ama de casa, profesionista, religiosa, enfermera, secretaria, estudiante, etc.
Antes de preocuparte por la ropa que te pones, el peso, el cabello, las uñas y el maquillaje. Preocúpate por adquirir un carácter estable y armonioso de manera que el arreglo personal sirva únicamente para embellecer el magnetismo y aplomo que proviene de tu interior. Cuántas cabezas voltearán ya que estás conciente sabes que la elegancia es interna.
Faro: http://www.sheilamorataya.com/
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