Nos toca liderar nuestro proyecto, la personalidad elegida (Marina) y para ello contesta a estas 12+1 preguntas que te ayudaran a encontrar el camino correcto. ya me contaras como te fue.
-¿Cuál es mi desempeño?
Como cumplo con mis obligaciones, como ejecuto lo ideado, como actúo, como trabajo, como me dedico a una actividad
El desempeño se sabe a través de
las fortalezas
-¿Cuáles son mis fortalezas?
Las fortalezas se saben mediante
el análisis de feedback.
Una evaluación de feedback 360º
recoge las valoraciones de las personas que componen el entorno profesional del
directivo: responsables, colegas y subordinados. Para que este procedimiento
resulte útil:
- Debe existir un número mínimo de evaluadores para que no puedan
identificarse las valoraciones personales y, por otra, los sesgos procedentes
de las valoraciones subjetivas individuales se complementen.
- Debe asegurarse la confidencialidad del proceso, de forma que el
evaluado sea el que tenga acceso a los resultados.
- El proceso de feedback 360º ha de completarse con el diseño de planes de
mejora personales.
-¿ Soy un lector o un auditor?
A algunos les gusta obtener
información en forma de informes que puedan leer y estudiar. Otros, sin
embargo, trabajan mejor con información e informes presentados en persona, de
modo que puedan hacer preguntas.
Pocos auditores pueden ser
convertidos en lectores competentes, y viceversa.
-¿Cómo aprendo?
Según Drucker, existen por lo
menos media docena de formas de aprender. Se puede aprender: escuchando,
leyendo, escribiendo, tomando notas, haciendo y escuchándose a si mismo hablar.
De todos los elementos
importantes del autoconocimiento, comprender cómo se aprende es el más fácil de
adquirir. ¿ Cómo se aprende? La mayoría conoce la respuesta. Pero cuando se
pregunta: ¿Actúa a partir de ese conocimiento? Pocos contestas que sí. Y, sin
embargo, actuar a partir de ese conocimiento es la clave del desempeño.
-¿trabajo mejor con gente o en solitario?
-¿obtengo resultados tomando decisiones o como asesor?
El máximo puesto requiere un
tomador de decisiones. Los buenos tomadores de decisiones suelen poner a
alguien en quien confían en el puesto
número dos como aseso; y en esa posición la persona es sobresaliente.
Pero en el puesto número uno, esa misma persona fracasa. Aunque sabe cuál
debería ser la decisión, no es capaz de aceptar la responsabilidad de tomarla.
-¿Me desempeño bien bajo presión o necesito un entorno más predecible?
-¿Trabajo mejor en una organización grande o pequeña?
-¿ Cuáles son mis valores?
Muchas veces se confunden los
valores en general con los valores éticos, los cuales no son, más ni menos, que
medios adecuados para conseguir nuestras finalidades. Al hablar de valores es
de gran importancia diferenciar entre los valores que podemos denominar finales
y los valores de tipo instrumental.
Los valores finales son los
objetivos existenciales . Pueden
ser: valores personales ( vivir, felicidad, familia, éxito, amistad, valía,etc)
y valores ético-sociales ( paz, supervivencia, justicia, etc. )
Los valores instrumentales son
medios operativos para alcanzar los valores finales. Pueden ser valores ético-
morales (honestidad, sinceridad, responsabilidad, lealtad, etc) y valores de
competencia ( cultura, imaginación, iniciativa, simpatía, equipo, etc. )
El que una empresa deba ser
conducida en función de los resultados a corto plazo o a largo plazo es una
cuestión de valores.
Las organizaciones, como las
personas, tienen valores. Para ser eficaces en una organización, los valores de
una persona deben de ser compatibles con los valores de la organización. No es
necesario que sean los mismos, pero deben parecerse lo suficiente para
coexistir. De lo contrario, la persona no sólo se frustrará, sino que tampoco
producirá resultados.
Las fortalezas de una persona y
la manera en que esa persona se desempeña rara vez entran en conflicto. Pero a
veces hay conflicto entre los valores de una persona y sus fortalezas. Lo que
uno hace bien podría no alcanzar con el propio sistema de valores.
-¿Cuál es mi lugar?
La mayoría de las personas no
saben cual es su lugar hasta bien entradas en la veintena.
La persona que ha aprendido que
no se desempeña bien en una gran organización debería haber aprendido a decir
que no a un cargo en uno de ellas.
Las carreras exitosas no son
planeadas. Se desarrollan cuando las personas están preparadas para las
oportunidades, porque conocen sus fortalezas, su método de trabajo y sus
valores. Saber cuál es su lugar puede transformar a una persona común-
trabajadora y competente pero, en otros aspectos, mediocre- en alguien de
desempeño excepcional.
¿ Cómo debería contribuir?
se deben abordar tres elementos
distintivos ¿ qué requiere la situación?. Dadas mis fortalezas, mi forma de
desempeñarme y mis valores, ¿ cómo puedo hacer la mayor contribución a lo que
debe hacerse? Y por último, ¿ qué
resultados deben alcanzarse para hacer una diferencia?
¿Hay que responsabilizarse de las relaciones?
La mayoría de las personas
trabajan con otros y son eficaces con otros. Gestionarse a sí mismo requiere
responsabilizarse de las relaciones. Esto tiene dos partes. La primera, es
aceptar el hecho de que las otras personas son tan individuos como usted. Por
tanto para ser eficaz, debe conocer las fortalezas, los modos de desempeño y
los valores de sus compañeros de trabajo. La segunda, es responsabilizarse de
la comunicación.
¿Qué hacer en la segunda mitad de su vida? ¿estás preparado?
Uno de los requisitos para
gestionar la segunda mitad de su vida es: usted debe comenzar mucho antes de
llegar a ella.
Existen tres formas de
desarrollar una segunda carrera:
1. Empezar una. Cambiarse de un tipo de organización a otra
2. Desarrollar una carrera paralela. Personas que tienen mucho éxito en su
trabajo permanecen en él pero se buscan una actividad paralela.
3. Nos encontramos con los emprendedores sociales. Son personas que han
sido exitosas en sus primeras carreras. Aman su trabajo, pero ya no los
desafía. En muchos casos siguen haciendo lo mismo pero le dedican menos tiempo.
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